Neurovirtual: Hola, Dr. Daniel. Buenas tardes. Antes de nada, le agradecemos, por parte de Neurovirtual, haber aceptado nuestra entrevista. Para comenzar, ¿podría contarnos un poco sobre su trayectoria profesional y académica?
Dr. Daniel San Juan: Sí, muchas gracias por la invitación de Neurovirtual a expresarme un poco sobre mi carrera profesional como Neurólogo de adultos, Neurólogo Clínico y como Epileptólogo. Durante todos estos años de formación en las universidades de aquí del país, en México -la Nacional Autónoma de México, la Universidad de Harvard – y posteriormente con los estudios de maestría en Alemania, he tenido la oportunidad de adquirir las habilidades y los conocimientos necesarios para tratar integralmente de los pacientes neurológicos.
NV: ¿Cómo fue su experiencia como presidente en la Sociedad Mexicana de Neurofisiología Clínica?
Dr. DSJ: Ha sido un honor, en lo particular, presidir a la Sociedad Mexicana de Neurofisiología Clínica, que tiene una larga tradición. De hecho, durante mi periodo como presidente se cumplieron los cincuenta años de esa gestión. A través del contacto directo con mis pares en el país, tuve la oportunidad de tener una visión global de cuál es el estado de la neurofisiología actual. Los retos que tiene y también las oportunidades que existen para mejorar. Fue una experiencia realmente enriquecedora en lo personal, en lo profesional y también en lo académico, que es el objetivo de la sociedad.
NV: ¿Cuál fue su experiencia como investigador en el Instituto Nacional de Neurología y Neurofisiología en México?
Dr. DSJ: Sí, el Instituto Nacional de Neurología es un centro neurológico de tercer nivel. Es uno de los centros de excelencia de neurología en Latinoamérica. Ha sido un honor que yo, cuando inicié a trabajar en este instituto- en el 2008-, hubiera tenido acceso a todas estas investigaciones en seres humanos, que tienen como objetivo el estudio del sistema nervioso. Además, tuve la oportunidad de conocer las investigaciones preclínicas y en animales. Es importante destacar que es difícil que otra institución, en México y en Latinoamérica, concentre tantas investigaciones en las principales enfermedades neurológicas que afectan a los mexicanos. Entonces creo que eso ha sido enriquecedor en mi formación, no solamente como científico sino también como académico y como administrador.
NV: Como miembro activo en el desarrollo de la investigación científica en neurología y neurofisiología, ¿qué desafíos enfrenta en la actualidad? ¿Cómo ha enfrentado dichos desafíos? ¿Se pueden realizar más investigaciones sobre neurología, epilepsia y neurocirugía?
Dr. DSJ: Sí, hay muchos retos que todavía tienen las neurociencias clínicas en investigación. En el Instituto Nacional de Neurología se hace investigación en las tres principales ramas de las neurociencias clínicas: psiquiatría, neurología, y neurocirugía. Cada una de ellas es particular, y es distinta la manera en la que se aborda, pero los problemas neurológicos son parecidos. Ahí tenemos, por ejemplo, a la enfermedad de Alzhéimer, a las enfermedades vasculares y cerebrales de neurología. Pero también, a pesar de que no sean tan frecuentes en el global, el manejo de los tumores cerebrales por neurocirugía también es un reto que sigue vigente. Creo que la infraestructura es un elemento importante, pero también lo son los recursos humanos, el capacitar. Que los médicos especialistas tengan el tiempo para realizar investigación y las hagan de alto nivel.
Las instituciones del gobierno, incluso las instituciones públicas, necesitan también inversión para su realización. Eso tiene que ver con los recursos que el país dispone, económicos o de financiamiento de proyectos que son realmente de vanguardia. Creo que esos son los elementos más importantes que determinan que un grupo de investigadores, en este caso, tengan acceso a los pacientes y puedan concretizar estas investigaciones: los recursos tecnológicos, la formación, el número de profesionales. Pero también, el financiamiento que permita sustentar estas investigaciones, cortas o a largo plazo.
NV: Doctor, entre sus más de setenta publicaciones sobre neurociencia, ¿cuál considera que ha sido la más desafiante?
Dr. DSJ: Es una pregunta interesante porque creo que también tiene que ver con el desarrollo profesional. Probablemente la primera me parecía muy desafiante porque yo estaba aprendiendo. Pero conforme uno va avanzando, creo que va siguiendo la misma curva de aprendizaje de los demás científicos. Ahora, creo que sea los ensayos clínicos, que es donde se involucra seres humanos, sobre todo niños. Y que además que yo le tenga que hacer intervenciones sean los más desafiante. Porque hay muchos retos científicos, académicos, éticos, de precaución y seguridad
que se tienen que hacer. Se han realizado intervenciones -farmacológicas y no farmacológicas- que son realmente la cumbre y que generan un mayor reto para el investigador. No solamente para mí, sino para todos aquellos que están involucrados en investigación. Pues hoy en día, uno no hace una investigación única, entonces coordinar equipos de investigación, científicos e internacionales tiene un reto mayor, de que solamente hacerlo en casa y localmente.
NV: Acerca de su publicación, ‘Estimulación catódica transcraneal de corriente directa en la epilepsia refractaria: una terapia de neuromodulación no invasiva’, publicada en el Journal de Neurosicología de los Estados Unidos, ¿podría contarnos cómo se realiza la terapia de neuromodulación?
Dr. DSJ: ¡Claro! Esta terapia que es: innovadora, experimental y no invasiva, como su nombre lo dice, permite modular la actividad cerebral y tiene una larga historia. Después de haber regresado de la universidad de Harvard -en 2008- y regresar al México, vi que no existían recursos para el tratamiento accesible de los pacientes que tienen manejo de epilepsia de difícil control. Hicimos, entonces, una colaboración con los mismos profesores de la Universidad de Harvard para ver si podíamos implementar esa tecnología experimental en nuestros pacientes. Tratamos por primera vez en el 2011 a pacientes que tenían encefalitis de Rasmussen, que es una forma grave y progresiva de encefalitis y los resultados fueron positivos. Estos han sido replicados, en Turquía y en Alemania. Como es raro, es decir, no es tan fácil conseguir esos pacientes que reciban este tratamiento, entonces nosotros hicimos este estudio -ahora en colaboración con el Boston´s Children Hospital, que es el que está publicado- en la Revista de Neurofisiología Clínica de los Estados Unidos, para incluir pacientes que son mucho más comunes, incluir niños y también adultos. Lo que encontramos es que es una terapia segura y efectiva. De hecho, la reducción en el número de crisis de estos pacientes es alrededor del 40%. Con lo cual los medicamentos nuevos agregados al tratamiento no ofrecen tantos efectos de disminución en el número de crisis. Entonces parece ser una buena opción. De hecho, ese es el punto importante para convencer a la comunidad científica de que: ‘sí está haciendo efecto’. Creemos que esta es una publicación importante porque es internacional, es multicéntrica y que además incluye niños.
NV: Doctor, ¿y qué hipótesis plantea esta investigación?
Dr. DSJ: Lo que está en el centro de una investigación de neuromodulación de este tipo es que nosotros podamos cambiar o inhibir la zona que tiene mayor actividad epiléptica. Y con eso, se logre reducir el número de crisis convulsivas de los pacientes. Nos interesa más de lo que ver los fenómenos alrededor, que los pacientes tengan un número menor de crisis. Y el punto clave que hemos puesto es hasta el 50%, lo que no es nada fácil de conseguir.
NV: Doctor, ¿nos contaría cómo fue la invitación para ser editor del Journal de Neurofisiología Clínica, en los Estados Unidos?
Dr. DSJ: Claro. Yo soy miembro activo, y ahora fellow de la Sociedad Americana de Neurofisiología Clínica desde que regresé de los Estados Unidos. He tenido la oportunidad de ser profesor en los congresos anuales de la Sociedad. En uno de esos congresos, que presentamos un simposio destinado a esas terapias experimentales de modulación cerebral no invasiva, surgió la idea de que eso se plasmara en papel. El editor en jefe, Dr. Hossaín, hizo esta invitación personal a todos los miembros del panel que eran mexicanos. Y, obviamente, a un representante de los Estados Unidos. Pues ahora está ahí, en papel, para que todo el mundo -incluso el que no haya ido a la conferencia- pueda tener acceso a esta información, ideas, retos y desarrollos que implica la neuromodulación no invasiva al día de hoy.
NV: ¿Este es un tratamiento alternativo a la cirugía? ¿Para qué tipos de epilepsia podemos utilizar la neuromodulación?
Dr. DSJ: En este volumen en particular, hemos planteado que se pueda utilizar para las epilepsias focales. No es todavía una terapia probada y, por lo tanto, no debería retrasar a un paciente que sea candidato a una cirugía de epilepsia. Pero, desafortunadamente, no todos los pacientes son candidatos a cirugía de epilepsia. Algunos otros pacientes ni siquiera son evaluados para ella, sea por mitos, riesgos o por faltas de referencia de los médicos. Entonces constituye una terapia que en el futuro pretende ser alternativa para algunos pacientes seleccionados. No sería para todos.
NV: ¿En qué casos se recomienda que el paciente se someta a una cirugía para tratar la epilepsia? ¿Esta recomendación de cirugía cambia según la edad del paciente?
Dr. DSJ: Eso es un tema muy importante porque se ha discutido que los pacientes pueden ser operados en muchas edades. Sin embargo, en los extremos de la vida es mucho más difícil hacerlo. Por ejemplo, en los neonatos o en los pacientes mayores de 65 años, por razones médicas y anestésicas, no por razones neurológicas. La mayoría de los pacientes, desafortunadamente, tiene un promedio de unos 19 o 20 años de retraso para la evaluación de cirugía de epilepsia. Pero si un paciente tiene, primer criterio: tiene epilepsia que no se puede controlar con los fármacos antiepilépticos, sería candidato para evaluarse. Segundo, si en la evaluación integral resulta que los estudios demuestran en el paciente ideal todas sus anormalidades, tanto por neuroimagen, clínica y los hallazgos de electroencefalografía, indican que hay una zona responsable por la generación de todas las crisis, se puede retirar. Estamos en una balanza de decir: agregar un fármaco antiepiléptico en estas condiciones, aunque sea muy nuevo, ofrece un 2% de libertad de crisis. Pero tal vez con la cirugía de epilepsia en el mejor escenario: un 80%. Y abre la posibilidad de la cura.
NV: ¿Recomendaría Neurovirtual a algún otro colega?
Dr. DSJ: Sí. De hecho, otro colega fue el que me lo recomendó también. Creo que la forma en que se puede promocionar o recomendar los equipos, es básicamente el “cómo funciona”. No existen muchos neurofisiólogos en los países, incluso en los Estados Unidos tampoco es una población muy grande, aunque sea una de las más grandes del mundo. Por eso, la recomendación que se da de persona a persona, o lo que vemos nosotros en los estudios que se han realizado con equipo Neurovirtual con evidencia de que los estudios sean de alta calidad, que permiten el procesamiento de datos, son puntos que nos permiten a nosotros usar y recomendar este tipo de dispositivos. No solamente el estándar, sino otras opciones que ofrece la compañía.
NV: Doctor, con esa pregunta finalizaremos la entrevista. Una vez más, gracias de parte del equipo Neurovirtual por su tiempo y por haber aceptado.
Dr. DSJ: Muchas gracias a Neurovirtual por la invitación. Y a todos mis colegas neurofisiólogos e interesados en las neurociencias clínicas y en el análisis particular de las funciones cerebrales, estos dispositivos que permiten el registro de la actividad cerebral y el diagnóstico y modificación en el tratamiento son muy recomendables, confiables y permiten una flexibilidad para su manejo del día a día.