Estudios vinculan la apnea del sueño a los riesgos de infección, a la hospitalización y a la muerte de pacientes con COVID-19.
Análisis realizados en Chicago y en Nueva Inglaterra, en Estados Unidos, muestran similitudes al relacionar la apnea del sueño con un posible agravamiento de la COVID-19. Según la investigación, la apnea puede contribuir con resultados desfavorables al causar o agudizar la disfunción endotelial, la inflamación, el estrés oxidativo, la microaspiración y las lesiones pulmonares, lo que amplifica el riesgo de comorbilidades, hospitalización e incluso de sufrir de insuficiencia respiratoria.
Investigadores de la American Thoracic Society (ATS) señalan que la edad avanzada y los diagnósticos de obesidad, hipertensión, enfermedades pulmonares o cardiovasculares son reconocidos por la Organización Mundial de la Salud como factores de riesgo de COVID-19. Sin embargo, la mortalidad y la hospitalización no siempre se explican por estos aspectos. Aún no se ha determinado que la apnea contribuya al empeoramiento de la COVID-19, pero investigaciones como esta podrían extender un poco más el espectro y ayudar a salvar vidas.
El artículo desarrollado por los doctores Matthew Maas y Phyllis Zee, y que ha sido publicado por el International Journal of the Science and Practice of Sleep Medicine, muestra que la apnea prevaleció entre los pacientes que necesitaron de hospitalización y en los que el COVID-19 evolucionó hacia insuficiencia respiratoria. Esta investigación, realizada en la ciudad estadunidense de Chicago, estudió los datos obtenidos a través de un sistema de registro médico electrónico integrado en 10 hospitales. De esta manera, se ha podido evaluar que además de aumentar el riesgo de infección por COVID-19 en aproximadamente 8 veces, la apnea aumenta el número de hospitalizaciones y duplica la posibilidad de sufrir insuficiencia respiratoria.
Las hipótesis presentadas por los estudios estadounidenses también están presentes en la investigación liderada por la Dra. Michelle Miller de la Universidad de Warwick en Reino Unido. Según su estudio, las personas que padecen de apnea obstructiva del sueño tienden a sufrir complicaciones causadas por la COVID-19. La doctora sugiere que esto puede estar relacionado con la melatonina, una hormona del sueño, un factor que puede ayudar en el tratamiento de la COVID-19.
La Dra. Miller recuerda que comorbilidades como la hipertensión, la diabetes mellitus y la obesidad son comunes tanto en personas con apnea como en los casos graves de COVID-19. Sin embargo, los médicos quieren determinar si la apnea del sueño es un riesgo adicional en sí mismo, independiente de otros factores. Concluyeron que, de hecho, hay mayores tasas de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, diabetes e hipertensión en pacientes que ingresaron en unidades de cuidados intensivos y que necesitaron ventilación mecánica o que fallecieron.
La investigación realizada por médicos de la facultad de medicina de la Universidad de Harvard, en Boston, Massachusetts, publicada por ATS y obtenida a través de los datos de un gran sistema de atención médica en Nueva Inglaterra, correlaciona la apnea del sueño como un factor de riesgo para mortalidad por COVID-19. La muestra de 4668 pacientes diagnosticados como positivos para COVID-19, según la prueba RNA-PCR, expone que la tasa de mortalidad en individuos con apnea del sueño alcanza el 11,7%; mientras que, en aquellos en los que se controla el síndrome, la tasa se mantiene en 6,9%. Por ello, los médicos hacen énfasis en la necesidad de hacer un seguimiento estricto a los pacientes con apnea del sueño infectados por el coronavirus.
Diagnóstico y tratamiento
La opinión en los artículos es unánime en cuanto a la relevancia del pronóstico de apnea. Ofrecer información al médico sobre la existencia de síndromes del sueño en los pacientes es esencial para reducir una posible agudización en el curso de la COVID-19.
La investigación estadounidense, dirigida por los doctores Maas y Zee en Chicago, explica la necesidad de que existan pruebas para la detección de la apnea obstructiva del sueño a fin de guiar las decisiones del tratamiento en pacientes con COVID-19. Se puede obtener esta información a través de una encuesta simple de cuatro preguntas, como sugiere el Dr. Maas en su investigación, o con dispositivos de diagnóstico. El equipo BWIII PSG PLUS de Neurovirtual para diagnóstico de síndromes del sueño puede ser un aliado útil en este sentido.
La Dra. Miller, de la Universidad de Warwick, advierte que obviamente la pandemia ha tenido un efecto importante en el tratamiento, control y diagnóstico de patologías del sueño y, en el futuro, se hará necesario conocer nuevos diagnósticos y tratamientos para estos individuos; pues se trata aún de un síndrome infradiagnosticado, potencialmente común e igualmente peligroso. La Dra. Miller señala que la atención a los pacientes que ya están diagnosticados, pero que esperan tratamiento, puede necesitar priorización para mitigar cualquier aumento potencial del riesgo.
Referencias:
Cade, B. E., Dashti, H. S., Hassan, S. M., Redline, S., & Karlson, E. W. (2020). Sleep Apnea and COVID-19 Mortality and Hospitalization. American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine, 202(10), 1462–1464. https://doi.org/10.1164/rccm.202006-2252LE
Maas, M.B., Kim, M., Malkani, R.G. et al. Obstructive Sleep Apnea and Risk of COVID-19 Infection, Hospitalization and Respiratory Failure. Sleep Breath (2020). https://doi.org/10.1007/s11325-020-02203-0
Miller, Michelle A., Cappuccio, Francesco P. (2020). A systematic review of COVID-19 and obstructive sleep apnoea, Sleep Medicine Reviews, Volume 55, 2021, 101382, ISSN 1087-0792. https://doi.org/10.1016/j.smrv.2020.101382.